1er
ENCUENTRO NACIONAL MINERO ENERGÉTICO – III ENCUENTRO RECLAME
PLANTEANTEANDO
ALTERNATIVAS DE UNIÓN, ARTICULACIÓN Y ACUERDO FRENTE A LAS POLÍTICAS
MINERO-ENERGÉTICAS
El 16 y 17 de mayo del
presente año se dieron cita en la ciudad de Bogotá, personas, colectivos,
asociaciones y organizaciones de diversas regiones de Colombia y del mundo, con el
ánimo de plantear propuestas y alternativas a las políticas minero energéticas
que se han impuesto desde los gobiernos de turno, y específicamente del
gobierno de Santos con su “Locomotora minero-energética”, locomotora inmersa
dentro del modelo capitalista que, nefastamente “promueve” una relación de carácter esencialmente extractivista con
la naturaleza, abriendo así de par en par las puertas del país a empresas
trasnacionales con el único fin de extraer
y explotar los recursos naturales, generando múltiples problemáticas en
las comunidades y sus territorios, a nivel económico, social, cultural y político.
El encuentro partió con la
presentación de los representantes de las diversas asociaciones, organizaciones
y comunidades presentes, integradas por indígenas, afrodescendientes,
campesinos, estudiantes, investigadores, sindicalistas, barequeros, pequeños y
medianos mineros, ambientalistas, trabajadores de empresas minero-energéticas, entre
otros. Quienes sentaron sus posiciones frente a la política minero energética
del gobierno actual y diversas problemáticas que se están presentando en los
territorios a nivel nacional
El senador Jorge Robledo
indicaba que: “La política de este gobierno, es una política retardataria,
la más retardataria que se ha dado en los últimos años en el país. Es una
política retardataria porque le entrega todo tipo
de gabelas y garantías a los inversores extranjeros, a las multinacionales, gabelas
que son grandísimas e increíbles, con auspicio de la corrupción. Las
multinacionales, en Colombia, no pagan regalías e impuestos que deberían pagar,
sólo generan "primas de éxito" que son premios al soborno que están
haciendo estas trasnacionales en nuestro territorio.
Desafiar esta política retardataria se hace crucial e importante en
este momento, ya que el gobierno nacional
"promueve" la gran minería para desplazar, para destruir el agro y la
industria nacional, afectando duramente la producción nacional.
Cuál es
la apuesta - qué hacer entonces?: RESISTIR, oponerse, no arrodillarse, no
dejarse poner el yugo…este evento debe generar movilización civilizada,
democrática, pacifica… cada persona está en el deber de articularse en la
acción para la lucha en contra de esta política arrasadora.
Una de las apuestas de este
encuentro era promover un espacio de articulación y unión entre diversos
sectores afectados por la locomotora minero energética y su modelo extractivista, unión que se planteaba, no sólo debía realizarse en Colombia,
sino en toda América Latina, partiendo de los procesos de base ya establecidos,
articulándolos, fortaleciéndolos en pro de la defensa y protección del
territorio, del agua, los bienes comunes y la vida.
A esta apuesta se vinculaba
el señor Marco Von Borste, de Amigos de la Tierra Internacional, quien saludaba con entusiasmo este encuentro
y planteaba que: “… la diversidad de fuerzas debe unirse
para enfrentar este modelo minero-energético que nos quieren imponer en todo el
continente latinoamericano.
Es una invasión, donde los costos que estamos
pagando, los están asumiendo las comunidades, degradando el medio ambiente, el tejido
social, criminalizando las protestas, señalizando los procesos sociales.
Ellos,
las multinacionales, se llevan toda la riqueza, y este embate se da por la
complicidad de los gobiernos. Hay que hacer un frente continental para poder
unirnos desde Patagonia hasta Canadá, es necesario generar un Movimiento
Mesoamericano en contra del modelo minero-energético, se invita a crear una
plataforma continental para hacer frente juntos a estas empresas
internacionales que solo traen muerte y solo benefician a unos cuantos…”
Varias voces fueron escuchadas, entre ellas, las de las
comunidades afectadas por megaproyectos como el de Hidroituango, proyecto en
fase de construcción por parte de EPM y que en este momento tiene a más de 400
campesinos y campesinas en condiciones de desplazamiento, alojados en el Coliseo
de la Universidad de Antioquia en la ciudad de Medellín.
Uno de los campesinos afectados es Genaro Graciano,
perteneciente al Movimiento Ríos Vivos, quien también estuvo presente en el
encuentro y que alzo su voz para convocar a la solidaridad de los procesos y de
los pueblos: “…hemos sido desplazados de las riberas del río Cacua. Desde el 18 de marzo
iniciamos la marcha y lucha pacífica y hasta el momento no hemos recibido
respuesta del gobierno departamental.
Caminamos
pacíficamente desde nuestros territorios hasta Medellín para ser escuchados. En
este momento estamos en la Universidad de Antioquia, les pedimos, si estamos
hablando de solidaridad, que miren que más de 400 campesinos estamos afectados
por este proyecto; la solidaridad que hemos encontrado ha sido de los
estudiantes y no del gobierno local.
Estamos solicitando que se incluya el barequeo como
patrimonio inmaterial y cultural de la Nación, porque al desplazarnos a
nosotros, como barequeros de la región, van a acabar con este oficio y como
forma de vida de quienes vivimos en las riberas del río Cauca”.
Luego de los saludos, los abrazos y el llamado a la
solidaridad se crearon cinco mesas de trabajo, en las cuales se discutiría y se
plantearían propuestas y alternativas frente a la política minero-energética
impuesta; las discusiones partieron desde los contextos específicos, desde las
apuestas y procesos de los grupos de base y organizaciones y de las miradas y
planteamientos de pequeños mineros y personas trabajadoras de empresas
minero-energéticas.
Estas fueron las mesas de trabajo y sus correspondientes relatorías
Mesa de trabajo: Pequeña minería
Mesa de trabajo: Trabajadores de empresas minero-energéticas
Mesa de trabajo: Comunidades afectadas por la Gran Minería
Mesa de trabajo: Comunidades afectadas por Hidroeléctricas
Mesa de Trabajo: Comunidades afectadas por proyectos de
Hidrocarburos.
Estas relatorías seguirán
desarrollándose, alimentándose para así seguir nutriendo las apuestas de articulación y la acción.
En el
segundo día de encuentro se pusieron en común las relatorías elaboradas por
cada una de las mesas y se abrió la discusión frente a las mismas.
Con base en la discusión y las relatorías presentadas
se elaboró una declaración, la cual sería un documento base para la
continuación de la labor a nivel regional y nacional, sin embargo, se
presentaron disensos en diversas posiciones entre ambientalistas y pequeños y
medianos mineros, especialmente en lo concerniente a la cuestión ambiental,
disensos que al fin se lograron “solucionar”, reformulando así la declaración,
en la cual todos los presentes pudieran sentirse recogidos.
Se comparte
la declaración:
El evento
concluyo con el Foro: Hacia una alternativa de política minero energética
Nacional.
Este foro
se llevó a cabo en la Universidad Nacional y contó con la participación de Luis
Álvaro Pardo, especialista en Derecho Minero Energético y director de la revista
virtual -Colombia Punto Medio-; Tatiana Roa, directora de Censat Agua Viva;
Mario Alejandro Valencia, integrante de Cedetrabajo y de RECLAME; Rodolfo
Vecino director de la USO y Jaime
Arévalo de Conferencia Internacional Minera.
Cada uno de
ellos, desde su labor y especialidad hizo referencia a otras apuestas para
superar el modelo extractivista, a su vez plantearon alternativas hacia otra
política minero energética, de autonomía y gobernanza en el sector Minero
Energético y las leyes y políticas no sólo partan desde el gobierno sino que
realmente escuche y tenga presente la voz de las comunidades en sus diversos
contextos, formas culturales y procesos autónomos.
Este
encuentro es sólo parte de esta gran dinámica de lucha y resistencia en defensa
del territorio, el agua y la vida, es un importante paso para seguir
consolidando y articulando procesos locales, regionales y nacionales. Es
necesario que las propuestas, relatorías y la declaración que se desarrolló en
este espacio se revisen, se sigan discutiendo, nutriendo, alimentando y sobre
todo que se lleven a la acción, que no se queden en el papel sino que sean base
de las movilizaciones y la fuerza que hoy nos une, no solo como Colombianos
sino como pueblo latinoamericano que no quiere que sus recursos naturales sigan
siendo saqueados y arrebatados por los países del norte global.