Segunda Reunión amplia preparatoria en Antioquia para la “I Jornada Nacional
de Movilización: Defendamos la Vida, Frenemos la Locomotora Minero-Energética”
17 de julio de 2012
Los grandes proyectos
minero-energéticos dividen, despojan y
desplazan a las comunidades, aumentan los niveles de pobreza, miseria y
violencia en los territorios, generan conflictos entre emprendimientos minero-energéticos
y formas de propiedad colectiva indígena, generan la pérdida del valor
agropecuario y turístico de la tierra y los territorios, contaminan fuentes de
agua, entre otros.
Lo anterior nos impulsa a proponer la movilización en torno
a tres ejes:
1. Lucha contra los
proyectos minero-energéticos
El contexto de crisis del modelo
económico imperante, ha convertido a países con riquezas naturales y minerales
como Colombia en destino de inversiones en sectores como el minero y el
energético.
Solo entre 2000 y 2011, fueron
concesionadas para minería 5 millones 800 mil hectáreas, además de las 67
millones (60 % del territorio nacional) que se encuentran solicitadas; siendo Antioquia
uno de los departamentos que concentra la mayor cantidad de concesiones,
solicitudes y títulos mineros. Algunos de los proyectos mineros más importantes
en el país son Gramalote, Quebradona, La Colosa, Mazamorras, Marmato, Angostura;
además de megaproyectos hidroeléctricos reconocidos como El Quimbo en Huila e
Hidroituango en Antioquia.
2. Lucha contra las políticas de despojo
La intención de convertir a
Colombia en país destino de grandes inversiones, se ha reflejado en la
adecuación de la legislación a beneficio de grandes empresas –la mayoría de
estas transnacionales-. El Código de Minas
(Ley 685 de 2001) que entre otras particularidades declara la minería como
actividad de Utilidad Pública, los
planes de Desarrollo Minero de los últimos gobiernos, y el Plan Nacional de
Desarrollo del gobierno Santos que promueve como elemento central la expansión
de la industria minero-energética; son muestra de una política puesta al
servicio de grandes inversionistas en perjuicio de los derecho de las
comunidades y de la soberanía nacional.
3. Defensa del agua como bien público, la permanencia en los
territorios y la autonomía de las comunidades
El agua y el ambiente, como
principios de vida, son bienes comunes que debemos defender y cuidar de los
megaproyectos y las políticas del despojo. Ante sus emprendimientos para destruir
nuestros territorios arrasando la diversidad biológica y cultural e
imposibilitando la construcción de caminos propios para alimentarnos, curarnos
y dignificarnos como lo hemos hecho milenariamente, debemos defender la
permanencia, el saneamiento y la autodeterminación en nuestros territorios.
Tenemos/queremos seguir tejiendo redes
ligadas a la formación de estrategias para la vida y la autonomía
(alimentaria, económica, cultural).
Convocamos a todas las organizaciones,
colectivos y en general al público interesado
Segunda reunión coordinadora “I Jornada
Nacional de Movilización: Defendamos la Vida, Frenemos la Locomotora Minero-Energética”
Martes 17 de julio de 2012
9 am
9 am
Universidad de San Buenaventura sede San
Benito- Miniauditorio 4 (Medellín)
Convocan
Red Colombiana frente a la Gran minería transnacional-
Nodo Universitario Antioquia
Informes
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